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Ejemplar de "El Eco" |
Esa empresa, pobre de recursos, no pudo constituir una redacción, y como sus dueños no salían de la esfera de meros editores, la importancia del periódico en su primera época, se debió sin duda á la protección que le dispensaron algunos hombres entendidos, como el Pbro. D. José Dionisio Veitía, el licenciado D. José de la Parra y otros, que ocupaban sus columnas con buenos escritos”[1]. Comenzó a publicarse dos veces a la semana, el costo de la suscripción era de un peso mensual. Tuvo vida activa por 25 años consecutivos, dejó de editarse el 1º. de agosto de 1856, cuando ya se publicaba el segundo periódico “La Alborada”, “periódico que vino a interrumpir aquella monotonía con que se redactaba ó publicaba El Eco de Santa Clara”[2]. El director de ¨El Eco de Villaclara¨[3] fue el camagüeyano Manuel de Sed y Colón[4]. La casa San Cristóbal No, 28, actual Eduardo Machado fue donde estuvo la imprenta de El Eco. Es indudable que la publicación del “Eco de Villaclara” fue un gran acontecimiento en la historia de Santa Clara e influyó de manera notable en el desarrollo intelectual de Villaclara.
El
segundo órgano periodístico local que tuvo la villa y de gran interés para los
habitantes de Santa Clara fue “La
Alborada”, fundado el 14 de febrero de 1856; reflejaba en sus páginas noticias
oficiales y de interés, copias de artículos de periódicos de La Habana y
Madrid. En esta época ya…”sus redactores le cantaban al Bélico. Tuvo
colaboraciones de destacadas personalidades en las letras y la cultura como
Eligio Eulogio Capirot Yera que además de ser fundador fue redactor principal, Francisco
Poveda y Armenteros, el primer historiador de la ciudad Manuel Dionisio
González Yanes, Miguel Jerónimo Gutiérrez, Emilio Pichardo, los hermanos Santos Suárez,
Manuel Cecilio Blanco, José de Jesús Velis y el reconocido e inspirado
coterráneo y poeta Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido). Contaba en sus
páginas con abundante contribución literaria, artículos dedicados a la
enseñanza y muchos otros de interés poblacional.
Notas, citas y referencias bibliográficas
[1] González, Manuel Dionisio. Memoria
histórica de la villa de Santa Clara y su jurisdicción”. Imp. Del Siglo,
Villaclara, 1858, p.258
[2] El Villareño. La Habana, julio
14 de 1901, p. 42 col 1. Edición digital
[3] También se le denominaba “El Eco
de Santa Clara”
[4] Don Manuel Sed y Colón, fue el
abuelo materno de Antonio Berenguer Sed, autor del libro Tradiciones
Villaclareñas.
Bibliografía
Aragonés
Machado, Alberto: "El periodismo en L.V", Cienfuegos, Imp. Casas,
1953. Instituto de Literatura y Linguística de la Academia de Ciencias de Cuba.
de la Literatura Cubana, Editorial Letras Cubanas, Ciudad de La Habana, 1984, t
1. Berenguer Sed, Antonio. Tradiciones villaclareñas. Imprenta y Papeleria de
Rambla, Bouza y Compañía, 1929, pp. 197-199
El
Mosaico. Santa Clara, diciembre 3 de 1853. No. 8, pp. 1-3: Galería de
caballeros.
El
Villareño. La Habana, julio 14 de 1901. No. 23.Semanario regional: Número
extraordinario dedicado á Villaclara., p. 4 col 2: Apuntes sobre la historia de
santa Clara desde 1689 á 1857. Edición digital.
Revista
El 15 de Julio, Especial, Santa Clara,
Julio, 1918, /s.p/.
Sagra,
Ramón de la, Historia física, económica-política, intelectual y moral de la
Isla de Cuba, Librería de L. Hachette, París 1861.
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